Robert Walser. Opresiva luz
Hay en la nieve dos árboles.
Cansado de luz, el cielo
se recoge y nada queda
sino tristeza en redondo.
Tras los árboles y a oscuras
sobresalen unas casas.
Se oye ahora decir algo
que unos ladridos acallan.
En la casa, la redonda
lámpara amada se enciende.
De nuevo la luz se apaga
como una herida entreabierta.
¡Qué pequeña aquí es la vida,
pero qué grande la nada!
Cansado de luz, el cielo
la entregó toda a la nieve.
Los dos árboles inclinan
sus cabezas. Y en el corro,
atraviesan unas nubes
toda la quietud del mundo.